Alena Hajek
lunes, 8 de septiembre de 2008

[Night Club "La Conejita"]


Alena miró sorprendida como la chica que le había pedido el móvil iba a salir del local. Se le había ido de la cabeza, completamente, que le había prestado el teléfono a aquella chica. Soltó un suspiro aliviada, pensando en que le podrían haber robado el móvil, cosa que significaría trabajar un mes extra en ese antro asqueroso en el que los borrachos la desnudaban con la mirada.

Sobresaltada, Alena miró como un hombre salía del local gritando algo de un monstruo. Entornando los ojos, la chica comenzó a pasar entre mesas hasta que un chico la detuvo. Se sorprendió al notar el tacto de su mano en su brazo, por lo que de haber llevado copas en la bandeja, las habría tirado todas.

Mirando al chico de arriba abajo, Alena soltó un suspiro de alivio. El chico no parecía ser uno de esos borrachos que solo esperan tocarte. Aunque no se podía decir que no le importaría demasiado que ESE chico la tocara. Cañón, estaba. Típico pensamiento de adolescente humana, despreocupada y ajena a todo lo que había a su alrededor... Hasta ese momento...

-No eres de por aquí, ¿cierto? -Preguntó, volviendo a examinar al chico que tenía delante de sus ojos de nuevo. -Tu acento es bastante cerrado... Bueno, acompáñeme, por favor. -Susurró con voz melosa, dedicando una (por primera vez en toda la noche) divertida sonrisa y guiándole hasta la barra. -Un tequila y una cerveza para este chico tan sexy, cariño. -Gritó Alena, por encima de la música.

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9:59:00 p. m.
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septiembre 2008